lunes, diciembre 28, 2015

Salud: silencio, pensamiento dogmatico y gran deuda social.

(Los acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)
Salud: silencio, pensamiento dogmatico y gran deuda social.


La salud no es politica de Estado. El sector fue condenado al fondo de la agenda social, y queda la pena de un conjunto de daños: degradacion hospitalaria corrupcion, manipulacion de datos, malversacion de palabras, como inclusion, a las que habra que dar nuevamente sentido; y conductas como admitir en silencio restriccion de presupuesto que baja calidad, para evitar conflictos. Se presentaron presuntos logros y ocultaron fracasos. Se fue “politicamente correcto” y se expreso nada al decir: “articulacion, redes integradas, fortalecimiento de la APS, hospitales abiertos a la gente”, mientras miramos sin ver inequidad y muertes injustas de una salud publica degradada en humillantes esperas de madrugada por un turno y guardias colapsadas. Esperas de olvidados millones de argentinos con solo cobertura publica, ocultadas para no hacer ruido. No aparecer en los diarios parecio una virtud politica. 
Hay una conducta y lenguaje de ideas y convicciones exasperadamente ausentes, por mezquinos intereses individuales o sectoriales, dirigidos a evitar conflictos con laboratorios, la Iglesia, sindicatos y minorias. Se emplean figuras retoricas y se evita mostrar intencion de cambio. Aqui la historia suele ser mas impiadosa con los que muestran la realidad y “destapan la olla”, que con quienes la llenaron de problemas sin resolver. La “correccion politica”es parte del discurso dirigencial; se hace silencio respecto a la imprescindible alineacion del PAMI al Ministerio de Salud; se critican las prepagas, sin mencionar que su crecimiento es fruto del abandono del sector publico; hay silencio sobre ciertas conductas de sindicatos y agremiaciones; no se mencionan cifras de ausentismo, ni incumplimiento en el sector publico al que dicen defender; se oculta o evita informacion valiosa sobre mortalidad infantil, materna y desnutricion; no discutimos mejoras y el honesto analisis critico de la realidad se reemplaza por pensamiento dogmatico, eliptico basado en eufemismos y lugares comunes. 
En los ultimos 12 años, la situacion se repitio casi sistematicamente, se confio el ministerio por compromiso politico, o a profesionales sin experiencia, con la sola excepcion del doctor Gines Gonzalez Garcia (en cuyo periodo se registraron los unicos avances notables). La mortalidad infantil se redujo 35%, pero perdimos terreno respecto a otros paises de la region: una cifra alarmante dice que si en los ultimos 10 años la hubieramos reducido al ritmo de Chile, se habrian evitado 45.000 muertes infantiles. Nuestra mortalidad materna es 2 veces y media la que nos comprometimos a alcanzar este año; cada 10 minutos una adolescente es mama (3 de cada 10 menores de 15 años, y 35% con solo nivel primario). 
Estos datos obligan no solo a la cuidadosa eleccion del equipo ministerial, sino al respaldo a un camino a ser transitado en igual sentido durante muchos años que exceden ampliamente un gobierno si queremos alcanzar una salud mas equitativa. Admitir que a pesar de algunos logros el resultado esta por debajo del que habria sido posible; que no tenemos politica estrategica de recursos humanos; que los prestadores estan muy comprometidos en la renta y sin respuestas adecuadas; que cada vez gastamos mas sin invertir en lo que se debe; que no se usan criterios de efectividad para incorporar tecnologias; que desde hace mucho tiempo la salud no es politica de Estado y que dentro del mismo pais la riqueza relativa, nivel educativo y ubicacion al nacer pueden definir el riesgo de morir de un niño. 
El desafio es que Argentina pueda salir de la deuda social no saldada en el mejor contexto mundial en un siglo y reducir en serio la pobreza, eliminar la desnutricion, garantizar la obligatoriedad en salas de 4 y 5, tanto como la calidad de la educacion basica obligatoria y prevenir el embarazo no planificado en adolescentes. 
Cada nuevo gobierno tuvo la oportunidad, y casi siempre privilegio otras areas y frustro el sueño de un sistema menos fragmentado, mas justo y equitativo. Los olvidados esperan que no haya mas penas ni olvido. 
Por Ruben Torres. Medico sanitarista. Ex superintendente de servicios de salud

Leido en Diario Clarin

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