miércoles, noviembre 30, 2022

Ideatón Salud - proyectos seleccionados para la etapa final de Ideatón 2022.

 

Finalistas

Estos son los proyectos seleccionados para la etapa final de Ideatón 2022.

  • Desarrollo de una herramienta para el cálculo y la comparación de indicadores de mortalidad a nivel nacional y subnacional en Argentina
  • Certificación, autenticidad y acciones de Marketing en medicina utilizando herramientas de WEB3
  • SDA: Sistema de Derivaciones Automáticas
  • SUSSI (Sistema Unificado de Seguimiento de Síntomas)
  • Mejoras digitales para el consultorio de evaluación anestésica pre-quirúrgica
  • Implementación del estetoscopio electrónico en la telemedicina, urgencias, consultas tradicionales y tratamiento hospitalario
  • Virtual Sense: Telemonitoreo remoto en Oncología
  • Plataforma digital para el telemonitoreo de pacientes posoperatorios
  • SACIM: Sistema para almacenar y compartir información médica
  • StandAPP: aplicación móvil para valoración y seguimiento de pacientes con limitaciones de movilidad.
  • IA para fármacos y proteínas
  • Proyecto ARQUITAS
  • Open Health Platform | Un sistema de salud centrado en el paciente
  • Nutricion 24hs
  • MOVE3: conocimiento, cuerpo y corazón en acción
  • Laberinto (robótica + IA)
  • Flyingapp
  • Re-Exo: exoesqueleto de miembro superior para terapias de rehabilitación domiciliarias

Acceder a los proyectos ganadores aquí: https://ideatonsalud.ar/proyectos-finalistas/

martes, noviembre 29, 2022

FUTURE THINKING COMO HERRAMIENTA DE TRANSFORMACIÓN

Future thinking: qué es y cómo nos ayuda a comprender el presente para transformar el futuro.


El Future Thinking es el pensamiento que necesitamos desarrollar y entrenar para dar respuestas creativas y novedosas, a los desafíos que enfrentamos, tanto personales, institucionales como globales.

La era de la disrupción.

Vivimos en un mundo donde el futuro se forja en paralelo al presente. Ya no se trata de un futuro que está allá a lo lejos y que en algún momento vendrá, sino que lo estamos construyendo con nuestro accionar de todos los días, seamos o no conscientes de ello. ¿Cómo hacemos entonces para que presente y futuro convivan en un mismo espacio-tiempo? Explorar el futuro se vuelve fundamental para enfrentar los desafíos que tenemos por delante.

Es importante comprender que los cambios que están sucediendo no son cambios lineales, son exponenciales ¡Cambios de quiebre! ¿Cómo asimilamos esto? ¿Cómo procesamos semejante disrupción? ¿Está preparado nuestro cerebro para procesar estos cambios de manera tan rápida? ¿Y qué pasa con los tiempos de cambio de nuestras organizaciones?

Tan relevante es este tiempo, que las decisiones que tomemos hoy, los caminos que elijamos darán lugar a la configuración de un futuro u otro. Tan profundo y tan veloz es el cambio al que asistimos, que conocer este doble juego entre futuro-presente, presente-futuro, nos vuelve absolutamente protagonistas y decisores en la construcción de nuestro futuro y el de nuestras organizaciones.

Con lo cual, no se trata de “mirar la bola de cristal” o de “adivinar” qué sucederá en el futuro, o de quedarnos inmóviles porque el futuro simplemente sucederá; sino del ejercicio de imaginar alternativas de futuros, para generar acciones en el presente que nos permitan prevenir aquellos futuros que no queremos que sucedan, como, por ejemplo, una catástrofe climática.

Con lo cual, no se trata de “mirar la bola de cristal” o de “adivinar” qué sucederá en el futuro, o de quedarnos inmóviles porque el futuro simplemente sucederá; sino del ejercicio de imaginar alternativas de futuros, para generar acciones en el presente que nos permitan prevenir aquellos futuros que no queremos que sucedan, como, por ejemplo, una catástrofe climática.

En el año 2019, bajo la pregunta “¿Qué especie humana queremos ser?” Congreso Futuro -el evento sobre futuro más importante de Latinoamérica que se celebra hace más de 10 años en Chile- hacía su inauguración, con el relato de Guido Gerardi diciendo que:

“La humanidad vive su máximo esplendor de desarrollo. Hace un siglo, tal vez menos, ni los más creativos escritores de ciencia ficción hubieran pensado que aquello que imaginaron, hoy fuera real: colonizar el universo, prolongar la vida, erradicar la muerte, modificar nuestros genes, crear inteligencia artificial y muchas otras antiguas utopías ya se vislumbran en lo cotidiano.

Las certezas y convicciones de ayer no alcanzan para entender el mundo actual. Somos analfabetos frente a la catástrofe ecológica y la disrupción productiva que vivimos.

Todos, desde nuestros lugares, debemos aportar reflexiones, desarrollar pensamiento nuevo y exportar innovaciones, porque nuestros desafíos se viven en todos los rincones del planeta. Todos los ciudadanos del mundo, no solo las universidades, los medios de comunicación o las instituciones públicas, enfrentan el riesgo de la obsolescencia.

Nuestro mayor desafío es que esta disrupción tecnológica sea para construir una mejor humanidad. Para ello es necesario democratizar el futuro, que todos entendamos el cambio que vivimos y sus consecuencias. Que el desarrollo científico y tecnológico vayan acompañados de filosofía, arte y una profunda visión ética.

Seguir leyendo aquí: https://drive.google.com/file/d/1QrYE2VtFwyrA2hDFt8HytIGcwhQIbQ1b/view

Por Karen Zeolla y Johanna Heinberg

viernes, noviembre 25, 2022

Si nos organizamos, interoperamos todos



Todos necesitamos datos del otro que no tenemos, y para obtenerlos debemos poder interoperar de manera segura y confiable, sin que nadie acapare poder con los datos. La interoperabilidad, integración e interacción en el sector de la salud y en cualquier otro depende de tomar la decisión de organizar los datos a través de ecosistemas con actores y roles definidos, y llevarlos al mejor modelo conocido para que esos datos hablen y se entiendan y produzcan la transformación digital tan anunciada.

En el caso del sistema de salud, todos los actores -prestadores, ministerios, estados provinciales, nacionales y municipales; secretarías, hospitales, centros primarios de atención, farmacias, pacientes…- deberían poder acceder a la información que requieren y estén habilitados a contar, con la certeza de que es confiable.  Es el mejor modo de poner al paciente en el centro de la escena porque podrá acceder a sus datos médicos sin intermediarios, haciendo valer su derecho. 

Tanto en la salud como en el resto de los sectores, la interoperabilidad es una necesidad que se vuelve cada vez más imperiosa, y comenzó a avanzarse en este sentido en la Argentina a nivel nacional. A fines del año pasado, trabajadores de la administración pública de las 24 jurisdicciones del país participaron de jornadas de capacitación sobre Arquitectura Tecnológica del Ecosistema Digital de Integralidad. La idea de esta capacitación fue que estos agentes conocieran y se involucraran en la gestión de los componentes tecnológicos del Ecosistema Digital de Integralidad (EDI). Y que se percibieran como actores fundamentales y necesarios para el logro de la transformación digital sustentable en el Estado, como base para el camino hacia un gobierno digital al servicio del ciudadano.

La influencia neuquina. 

De esos encuentros, surgió la iniciativa de la creación de un EDI, es decir, de una red de componentes que garantice la seguridad, confidencialidad, trazabilidad y no repudio en el intercambio de datos, procesos y servicios digitales realizados entre los sistemas informáticos que usan las personas humanas o las distintas entidades jurídicas. 

La finalidad del EDI es mejorar la integración y la interoperabilidad de los sistemas digitales que operan en él a través de distintas tecnologías y marcos normativos y conceptuales. Al cierre de esta edición, estaba por someterse a consulta pública la norma IRAM 17.610 -que tomó mucho del modelo de certificación referencial 14 de Neuquén – y que busca ser un marco en donde la seguridad sea un estándar que atraviesa a todos los sectores. Según Rodolfo Laffitte, uno de los responsables de la transformación digital de Neuquén, consultor TIC, asesor en integración y uno de los promotores del modelo de Estonia, “la norma IRAM 17.610 se piensa como un marco de referencia nacional para ecosistemas de interoperabilidad técnica y operacional; mientras que en temas semánticos y legales sólo funciona como recomendación”.

Esta aclaración de Laffitte también se encarga de remarcarla Gustavo Giorgetti, otro ingeniero neuquino promotor del modelo estonio que fue durante todo el año pasado uno de los principales capacitadores en EDI. Giorgetti explica que “lo que se necesita es compartir los datos desde las fuentes que pueden ser recolectados con el sistema que cada actor elija para hacerlo y con los estándares semánticos y legales que adhieran, respetando los reglamentos generales de protección (GPDR) para poder responder a todos los casos de uso”.

Un ejemplo de caso de uso en salud podría ser el de las farmacias. Para expender medicamentos con recetas digitales o no, deben ingresar al sistema del prestador -generalmente prepaga u obra social- para chequear cada receta, consultar el descuento, etc. Y eso debe hacerlo con cada uno de los sistemas de cada prestador con los que trabaja. En cambio, si todos estos datos fueran accesibles de manera segura, confiable y verificable en un solo sistema -que sólo interopera a nivel operacional y técnico-, la farmacia accedería allí y lograría expender medicamentos de una manera más sencilla y mucho más eficiente, que redundaría en mejoras para el resto de los prestadores.

Cada sector puede desarrollar internamente los sistemas que desee, pero para interactuar e interoperar e integrar debe respetar estándares. La futura norma IRAM apunta a definir estándares técnicos, co-crear procesos inter-organizacionales…es decir, acordar en los procesos con sistemas propios, como, por ejemplo, la receta electrónica.

La rueda ya se inventó. “El modelo de Estonia se desarrolla porque nadie acapara poder con la información digital”, asegura Laffitte y destaca: “Es un tema conceptual”. X-Road es una herramienta tecnológica desarrollada por Estonia que es gratuita, y que garantiza la confidencialidad, la integridad y la interoperabilidad entre las partes que intercambian los datos. Permite saber quiénes son los actores del ecosistema y qué transacciones realizan esos actores. “Lo que hace es generar un canal seguro de intercambio de datos en Internet para todos los que forman parte del ecosistema, es ´peer to peer´”, explica Laffitte.

El responsable del desarrollo del núcleo de X-Road es el Instituto Nórdico para Soluciones de Interoperabilidad (NIIS, por sus siglas en inglés) el cual fue fundado por Finlandia y Estonia. El NIIS vendría a ser el Red Hat de X-Road. Es el responsable de la administración, desarrollo, verificación y auditoría del código fuente; la gestión de la documentación y de los requisitos empresariales y técnicos, el control del desarrollo, la definición de las políticas de licencias y distribución, el sporte técnico alternativo para usuarios miembros y la cooperación internacional.

Preparar el terreno.

Para compartir datos desde las fuentes es necesario minimizar el tiempo para encontrar los datos, minimizar la desactualización de los datos, maximizar el uso de los mismos estándares de seguridad, maximizar el no repudio de los mensajes procesados, y minimizar el tiempo de implementación y readaptación. Un camino que cada vez más países recorren, mirando a Estonia y aprendiendo sin temores a que este modelo atente contra la soberanía, el trabajo o la estrategia política o de negocio de nadie.

En Argentina además de la pionera Neuquén, existen otras provincias que se sumaron a la idea de conformar un EDI de la administración pública utilizando X-Road para el intercambio de datos entre los distintos organismos que conforman el ecosistema. Chaco y Catamarca lo hicieron en 2021, recientemente se sumó Mendoza y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y se espera que en 2022 arranquen también Córdoba, Santiago del Estero, Santa Cruz, Corrientes y La Pampa.

En general, son las áreas de modernización de las distintas provincias y grandes ciudades las que buscan resolver el tema de los trámites digitales, se acercan a X-Road y comprenden sus ventajas, y se interesan por llevarlo a toda la administración.

De esquina en equina. 

Para comprender los avances en interoperabilidad, Giorgetti contrapone tres modelos. El de las dos esquinas donde se desarrolla una interfaz entre los sistemas, con el inconveniente de que los datos crecen exponencialmente y nunca se llega a la interoperabilidad total. El de las tres esquinas -como es el caso del BUS de interoperabilidad en salud- que soluciona el problema del crecimiento exponencial porque cada actor sólo debe subirse al BUS y el BUS se encarga de dar respuesta a ese incremento. Sin embargo, tiene dos problemas: el tecnológico, porque si falla el BUS falla todo, y el social porque los actores entregan el poder de administrar sus propios datos.

El modelo de las cuatro esquinas que se propone con el EDI y con X-Road, en cambio, no tiene límite de crecimiento, no tiene el problema de la complejidad ni el de la información ni de quien la administra. X-Road trabaja a nivel técnico y organizacional, no de estándares sectoriales ni de contenido del dato. Cada actor del ecosistema hace un pequeño esfuerzo para hablar con X-Road sin importar el desarrollo interno que tenga de sus sistemas ni los estándares semánticos que utilice o las normas a las que adhiera.

Por Ana Amaya

Leído en Telemedicina – Salud en Línea

jueves, noviembre 24, 2022

Un paraguas normativo para el desarrollo de la salud digital

La “Jornada Salud Digital e Innovación en Argentina: Un plan de acción parlamentaria” que se realizó el 3 de octubre en el Salón Azul del Senado de la Nación y que contó con la participación de destacados disertantes arrojó claras líneas de acción que revelan que existe un experimentado conocimiento de lo que necesita la denominada transformación digital de la salud: un marco regulatorio amplio que no quede atado a evoluciones tecnológicas ni a ámbitos jurisdiccionales, que la información sanitaria -el dato del paciente- debe capturarse una sola vez de manera lo suficientemente completa para que pueda ser reutilizada en todo el ciclo de la vida del dato de esa persona; que esos datos tienen que protegerse para evitar acciones criminales, y determinar quién tiene la soberanía sobre esos datos.


Marisa Aizenberg, directora del Observatorio de Salud de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires

Argentina es parte de una región en la que sólo 11 países cuentan con legislación sobre Historia Clínica Electrónica, 14 con una estrategia de salud digital, y donde por lo general la información de salud se encuentra en silos fragmentados, desfinanciados, subutilizados…”El desafío es cambiar esta trayectoria, las políticas públicas son necesarias para esto y la legislación debe acompañar estos procesos para potenciarlos”, señaló Marisa Aizenberg, directora del Observatorio de Salud de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires y una de las mentoras de esta Jornada. Y añadió: “Debemos aprender nuevas formas de legislar. El presente de la salud digital se caracteriza por esos contornos difusos, entonces tenemos que ser capaces de definir principios generales para que luego las autoridades de aplicación se ocupen de la sintonía fina, de todo lo que tiene que ver con lo que cambia rápidamente”.

Los sistemas de información en salud se nutren de los datos de los pacientes. No obstante, ¿Quién tiene la propiedad de esos datos? Existen leyes de protección de datos personales, pero lo cierto es que si bien se sostiene que las personas son dueñas y custodias de sus datos, la realidad indica que el acceso del paciente a su historia clínica no es efectivo.

Definir normativas alrededor de la propiedad del dato no es una tarea sencilla ¿Es el paciente el dueño de ese dato? ¿Es un bien público? ¿Se deja al consentimiento de cada persona que ese dato circule? ¿Es posible exigirlo a las personas, a los efectores y financiadores y a los estados para el desarrollo de políticas públicas sanitarias? ¿Serán las nuevas tecnologías las que finalmente pongan ese dato a circular? ¿Cuál será el rol de la ciberseguridad en este nuevo escenario?


Marina Rojo, disertante de la Jornada y miembro del Programa de Innovación Tecnológica en Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires

En diálogo con Telemedicina-Salud en líneaMarina Rojo, disertante de la Jornada y miembro del Programa de Innovación Tecnológica en Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, aseguró que “frente a la reflexión sobre cuestiones reglamentarias a generar alrededor de la salud digital, hubo un consenso acerca de la necesidad de crear marcos regulatorios que sean lo suficientemente flexibles para ir adaptándose a los cambios que se vayan sucediendo”.  Así, más que una ley con todo especificado que quede desactualizada ante cada cambio tecnológico o de uso de esa tecnología, crear un marco regulatorio con autoridades de aplicación que puedan “bajarla” a cada jurisdicción.

Aizenberg también habló de “generar una hoja de ruta que le permita a nuestros países mejorar la estrategia de salud digital y sus normativas”. Y añadió: “Porque la tecnología surge como un elemento democratizador, igualador frente a las inequidades y a las barreras de acceso que presentan los sistemas sanitarios; entonces los marcos regulatorios tienen un rol central en los procesos de incorporación de tecnologías y se requiere identificar cuáles son las áreas de vacancia legal para poder llenar esos vacíos con la mejor legislación”.

Preocupada por los datos y su destino exhortó a “pensar en esta regulación en el marco de acuerdos regionales que permitan mantener la soberanía de los datos”. Aizenberg se refirió al uso de WhatsApp durante la pandemia y reflexionó: “Tenemos que pensar en una normativa que permita que los datos queden aquí y no en servidores de Estados Unidos donde no son aplicables las leyes de nuestros países”. “Tenemos que tener soberanía sobre las herramientas y los datos”, concluyó.


Fernán Quirós, ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires

Fernán Quirós, ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, expresó la necesidad de contar con un marco regulatorio a largo plazo que permita “pensarnos de aquí a más de 20 años o más”. “El concepto principal que quiero compartir -dijo- es que la HCE o los sistemas de información en salud que se digitalizan no son la transmisión del papel a la computadora, sino que son dos dimensiones que solo tienen en común los datos emanados del diálogo sanitario”. Entonces exhortó a entender que la HCE tiene dos componentes que en el papel no están: 1) estrategias y metodologías para soportar la toma de decisiones de los profesionales de la salud, por ejemplo, vinculándose con bases de conocimiento científicas y acompañar, proponer o mejorar esa toma de decisiones sanitarias 2) lleva embebidos -en la forma en que está desarrollada la aplicación y la interfase- los procesos, la metodologías, los tiempos y el concatenado temporal de las cosas que van a ocurrir en la práctica sanitaria.

Once Only y dato como bien público. El concepto de capturar una sola vez el dato de la persona no es algo nuevo. Estonia, conocida como la nación más digital del mundo, lo comprendió, lo aplicó y lo explicó a otros cada vez que tuvo oportunidad. Quirós se valió de este concepto para señalar que “hay que separar el flujo del dato sobre todo para quienes piensan y crean la normativa, para entender cuáles son los puntos clave que debemos discutir y debatir”. En este sentido, añadió: “Debemos entender el ciclo del dato. Y es importante comprender que el dato que hace a la salud debe ser capturado una sola vez con los criterios y consideraciones de todos los que están detrás de esa persona tienen que re usarlo y tiene que ser reutilizable para todas las funciones que la sociedad lo requiere”.

Para Quirós, debemos generar una agenda digital en salud que respete la autonomía de los procesos y por lo tanto limite lo menos posible las aplicaciones y que, además, marque un sendero claro en la necesidad o el derecho público que la Nación debiera tener para los datos. Un marco conceptual que permita trazar estrategias de largo plazo, que no defina nada de lo que haya que hacer, sino cómo, con qué metodología, con qué normas, con qué reglas, con qué modo de trabajar.

El ministro de Salud de CABA definió al dato sanitario como bien público, que no le pertenece ni al efector ni a la persona, porque las políticas públicas y las decisiones tienen que basarse en el entendimiento de lo que ese dato proporciona. “La salud o la enfermedad de una persona no tiene que ver con ella sola sino con su relación con la sociedad, con la alimentación, con dónde y cómo vive…Entonces el sistema informático de salud debe poder integrar todos esos datos que están en el marco de otras disciplinas y a los que los médicos no acceden o no suelen acceder” y su funcionamiento.

Daniel Luna, jefe del Departamento de Informática en Salud del Hospital Italiano de Buenos Aires

Daniel Luna, jefe del Departamento de Informática en Salud del Hospital Italiano de Buenos Aires, anticipó “una guerra por los datos”. Según él, nadie los va a querer compartir, ni siquiera los pacientes. Para Luna, “los ciclos de adopción de la tecnología se van achicando, y es con esa lógica que hay que pensar en regular cómo capturar nuevas fuentes de datos”. Confrontó con la idea de Quirós de “dato como bien público” y lo contrarrestó con la realidad: “nunca sucedió y dudo que vaya a suceder”. Por eso, exhortó a regular la forma en cómo se podrían compartir los datos en salud.

Luna también tildó de “falacia” el concepto de medicina basada en el valor y centrada en el paciente : “Lo que sucede es que con tecnologías disruptivas como IoT o 5G o VR, el paciente comenzará a entender que la mirada paternalista en medicina deberá ser cambiada en el conjunto de la sociedad, y en este sentido, es muy importante legislar las nuevas tecnologías que van a generar esos datos y que hoy están siendo usufructuados solo porque quienes funcionan de nexo”.

Interoperabilidad y ciberseguridad. Otro punto importante para Luna, es “la interoperabilidad, que hay que regular, porque nadie quiere interoperar, ni Estados Unidos que invirtió fortunas en interoperabilidad lo logró”. Y esto no es por cuestiones regulatorias sino de mercado. Entonces la verdadera variable que podrá modificar esto es la variable del ciudadano.

Por otro lado, el jefe del Departamento de Informática en Salud del HIBA, mencionó la medicina algorítmica, algo de lo que viene hablando hace años (ver entrevista aquí) y señaló: “Tenemos más de 30 años de evidencia de sistemas basados en reglas y no hay reglamentación para eso. Si ponemos foco en procesos asistenciales homogéneos y en otros donde hay evidencia, podemos hacerlo ahora”.

Con el dato médico digitalizado, el rol de la ciberseguridad se vuelve fundamental. Los datos serán cada vez más la moneda de cambio y de poder, el activo que van a tener personas, organizaciones y empresas. “Considero que el foco de la legislación debe ser en la ciberseguridad”, señaló Luna.

Por Ana Amaya

Leído en Telemedicina – Salud en Línea 

Historia de Salud Integrada de Argentina

 


La Historia de Salud Integrada (HSI) es una herramienta que cuenta con toda la información referida a los procesos administrativos y clínicos de una persona de manera centralizada y en formato digital.

Así, la Historia Clínica Única y Compartida de un/a paciente se almacena en forma distribuida en cada uno de los puntos donde este/a ha recibido alguna atención, formando parte de la Red Nacional de Salud Digital. (Nube Sanitaria).

Con el uso de esta última se evita la utilización de un repositorio de datos centralizado.

La información se integra automáticamente para satisfacer las necesidades sanitarias del/a paciente tales como la receta electrónica, siempre bajo su supervisión y autorización, según lo establecido en el marco de la protección de derechos del paciente y de datos personales (Leyes N° 26.529 y N° 25.326, sus complementarias y modificatorias).

La implementación de la Historia De Salud Integrada (HSI) es una iniciativa del Ministerio de Salud de la Nación que implica la colaboración entre los gobiernos provinciales y municipales y otras organizaciones comprometidas en la prestación de atención en servicios de salud. Los actores involucrados pueden implementar la herramienta incorporándose como un desarrollo propio e integrado a otros desarrollos locales.

La HSI garantiza que la información esté disponible para toda la ciudadanía en cualquier lugar y momento que lo requiera. Sus atributos centrales son:

Se basa en estándares de interoperabilidad mínimos y Conjunto Mínimo de Datos Básicos que permiten el diálogo de la información entre diferentes sistemas, para intercambiar datos, interpretarlos y hacer un uso eficaz de ellos.

Utilización de un código abierto, es decir, un software basado en la colaboración abierta, de tal manera que los/as usuarios/as pueden estudiar, modificar y mejorar su diseño mediante la disponibilidad.

Construcción colectiva y constante lo que habilita a que su diseño sea en función de los flujos de trabajo de los/las usuarios/as, adecuándose a las características de cada lugar.

Confidencialidad de los datos almacenados.

Orientada a problemas: es un modelo más moderno que apunta a simplificar la síntesis de información, enfocada en el/la paciente y no en el evento. La “lista de problemas” integra la información general de las personas en tanto a su relación con el sistema de salud.

Adoptar la HSI es mucho más que poner en marcha una herramienta: es un proceso que apunta a una transformación del sistema de salud hacia uno más integrado, eficiente, eficaz y equitativo.

Para lograr una implementación exitosa de la HSI, es necesario contar con herramientas de gestión de proyectos que orienten el cumplimiento de objetivos, permitan monitorear el desempeño, y ayuden a mitigar los riesgos de manera efectiva y económica.

Herramientas para desarrolladores

Código de aplicación

Despliegue del sistema

Herramientas para la gestión

Guía de metodologías ágiles en implementación

Recomendaciones para la estrategia de comunicación

Herramientas para el Diagnóstico

Ficha de relevamiento por jurisdicción

Ficha de relevamiento de efectores

Herramientas para el uso de la HSI

Manuales de uso

Uso de SNOMED en la HSI


Fuente: Ministerio de Salud de la República Argentina

martes, noviembre 22, 2022

La conectividad de los CAPS como política nacional

En diálogo con Telemedicina-Salud en línea, la secretaria de Innovación Tecnológica del Sector Público de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación Argentina, Micaela Sánchez Malcom, explicó que el Plan Federal de Conectividad Satelital para CAPS prevé la conexión a Internet satelital de casi 1.700 Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) en todo el país con una inversión de alrededor de $ 1.300 millones. Señaló que “esta iniciativa significa ampliar y apoyar desde la política nacional un sector fundamental que es el de la salud y que fue ponderado desde el mismo momento que se reestableció el ministerio”. La funcionaria aseguró que “esta banda banda ancha satelital permitirá mejorar la gestión e interacción de los CAPS con los centros de salud de todo el territorio nacional”, y anticipó que “se trabaja en robustecer los servicios digitales del Ministerio de Salud a través del datacenter de Arsat”.

Telemedicina-Salud en línea (TSenL): ¿Cuál será el ancho de banda que recibirán los CAPS que serán beneficiados por este nuevo plan de conectividad anunciado en octubre?

Micaela Sánchez Malcom (MSM): Arsat tiene catalogados los planes de servicios. En este caso, a los CAPS se le asignará el Plan 3 compuesto por 30 Mbps de subida y 3 Mbps de bajada; mientras que hay una cuota de 25 Gbps en el horario de mayor uso, entre las 7 AM a las 10 PM, y esta cuota se  duplica en los horarios de menos uso hasta 50 Gbps entre las 10 PM y las 7 AM.

TSenL: ¿De qué otra manera colabora Arsat con el sistema público de salud?

MSM: Como acciones complementarias de Arsat con el sistema público de salud, se trabajó mucho en la pandemia para conectar los CAPS de las zonas cordilleranas. Se vincularon alrededor de 300 establecimientos que no tenían ningún tipo de comunicación y el impacto fue muy positivo porque se trataba de zonas muy críticas en un contexto, además, completamente atravesado por la urgencia y la emergencia sanitaria como fue la pandemia.

Además, en términos de gobierno digital desde la Secretaría de Innovación trabajamos con Arsat para determinar la infraestructura de la aplicación Cuid.ar, diseñamos los permisos de circulación y de retorno a casa vinculados con la app, y realizamos las gestiones con Renaper y Migraciones de cara al ingreso de las personas al país. Una articulación importante que, además, se dio también desde el sitio oficial del gobierno www.argentina.gob.ar donde se centralizó toda la información oficial y que está alojado en el datacenter Arsat.

TSenL: ¿Existen planes de conectividad para establecimientos de salud, utilizando la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO)?

MSM: El convenio actual está basado en conectividad satelital. No obstante, respecto de la terrestre, hay diferentes planes, especialmente desde el Ente Nacional de las Comunicaciones (Enacom) que están vinculados con la conectividad en localidades y son estas las que a partir de los Aportes No Reembolsables (ANR) y su vinculación con las SAPEM de telecomunicaciones o con los ISPs y cooperativas de Internet que son los que hacen el despliegue de la fibra óptica y extienden la conectividad a las distintas localidades.

TSenL: ¿Cuáles son los servicios que ofrece el datacenter de Arsat al sistema de salud?

MSM: El convenio con Arsat implica contemplar tres tipos de servicios de infraestructura de telecomunicaciones relacionados con almacenamiento en la nube y en equipamiento físico y en infraestructura de datos espaciales.

Por Ana Amaya

Leído en Telemedicina Salud en Línea 

lunes, noviembre 21, 2022

Día Nacional de la Enfermería

 


Desarrollan un kit que detecta la resistencia a los antibióticos

A partir de la toma de una muestra, y utilizando un software específico, sería posible conocer cuáles son los genes de resistencia y los patógenos para elegir en menos de dos horas el tratamiento adecuado.

 

Según anunció la Organización Mundial de la Salud (OMS) a mediados de este año, el desarrollo de nuevos antibióticos está “estancado” y es insuficiente para hacer frente a la creciente amenaza de la resistencia microbiana. Desde 2017, solo se han aprobado doce antibióticos, diez de ellos de clases que ya enfrentan resistencias.

«Hay una gran brecha en el descubrimiento de tratamientos antibacterianos, y aún más en el descubrimiento de tratamientos innovadores. Esto supone un serio reto para superar la creciente pandemia de resistencia a los antimicrobianos y nos deja a todos cada vez más vulnerable a las infecciones bacterianas, incluidas las más simples”, explica Hanan Balkhy, subdirectora de la OMS para esta área.

Con esto en mente, un equipo de investigadores del Departamento de Biología Celular y del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) — liderado por el investigador Albert Quintana— desarrolló un método que permite conocer de forma rápida el patrón de resistencia a antibióticos de una muestra clínica.

Gracias a este sistema, los médicos podrían elegir el tratamiento más apropiado para aquellos pacientes con infecciones bacterianas, y se evitaría el uso indiscriminado de antibióticos, lo cual facilita la aparición de cepas resistentes.

Hasta el momento, el equipo de investigadores logró comprobar la validez de la tecnología en el laboratorio, primero en cultivos y luego en hemocultivos procedentes de muestras clínicas. Asimismo, han optimizado el método de preparación para alcanzar de forma rápida una cifra elevada de bacterias. Actualmente, están desarrollando el sistema de detección y diagnóstico en muestras clínicas y validándolo en términos de sensibilidad y especificidad.

“Nuestro objetivo es dar una solución a un espacio que hoy en día no está cubierto. Los análisis de laboratorio actuales, principalmente cultivos bacterianos y antibiogramas, no dan una respuesta inmediata, perdiendo un tiempo que es crítico en algunos casos, como por ejemplo en sepsis”, explica Quintana.

Cómo funciona el sistema 

El kit incluye dos partes. La primera de ellas comprende la preparación de la muestra, que contiene su tecnología y que permite concentrar y aislar el ARN bacteriano. Posteriormente, la muestra resultante pasa a un sistema de detección basado en secuenciación. A través de la aplicación de un software específico, se compara con bases de datos concretas y es posible conocer cuáles son los genes de resistencia y los patógenos que están presentes.

«Buscamos automatizar el proceso de tal manera que solamente se introduzca la muestra inicial y se pueda visualizar el resultado en la pantalla del equipo de diagnóstico. Es posible que en un futuro sea factible recibir el resultado en el móvil, pero imagino que lo más probable es que el test siga realizándose en el laboratorio», señala el investigador.

Fuentes:

 

Leído en eHealth Reporter