jueves, enero 30, 2020

Convocatoria a Residencias ANMAT



La ANMAT convoca a profesionales de la salud de hasta 5 años de graduación a formar parte de las residencias en “Control de Calidad de Medicamentos” y en “Seguridad e Inocuidad de Alimentos” que se llevarán a cabo en esta Administración Nacional.
Las residencias son instancias de formación de posgrado que permiten integrar la profundización del conocimiento especializado y el aprendizaje sobre el desarrollo de la práctica real. Son prácticas formativas remuneradas de tiempo completo, están financiadas por el Ministerio de Salud, y tienen una duración de 3 años.
Los interesados en esta selección deberán realizar la preinscripción online en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SIISA) del Ministerio de Salud, desde el 12 de febrero hasta el 11 de marzo de 2020. Para ello, se recomienda consultar el instructivo disponible y completar los formularios.
Luego, se deberá efectuar la inscripción presencial o mediante apoderado con nota autorizante, o bien por correo postal, en cualquiera de las oficinas verificadoras que estarán habilitadas para tal fin. Esta instancia podrá realizarse desde el 17 de febrero hasta el 13 de marzo, de lunes a viernes.
Con posterioridad, quienes cumplan los requisitos de inscripción deberán rendir un examen, que tendrá lugar el martes 21 de abril. Los seleccionados, de acuerdo al resultado del orden de mérito, comenzarán la residencia el 1° de junio.

Para mayor información sobre el tema, ingresar a “Residencias y Becas de la ANMAT”.

Fuente: Prensa ANMAT

ANMAT es reconocida por un programa internacional de auditoría de productos médicos


A partir de ahora, la Administración participará como miembro afiliado del MDSAP, una auditoría de gestión de calidad internacional para este tipo de productos.
La ANMAT ha sido reconocida como miembro afiliado del Programa de Auditoria Única de Dispositivos Médicos (MDSAP, por sus siglas en inglés) mediante decisión unánime de los miembros del consejo que lo conforman.
El MDSAP es un programa de auditoría regulatoria que se inició dentro del Foro Internacional de Reguladores de Dispositivos Médicos (IMDRF, por sus siglas en inglés), que permite a los fabricantes de dispositivos médicos ser evaluados por una sola auditoría del sistema de gestión de calidad y así satisfacer la totalidad de los requisitos de las autoridades regulatorias que lo conforman.
Actualmente participan del MDSAP las autoridades regulatorias de Australia (TGA), Brasil (ANVISA), Canadá (HC), Japón (MHLW/PMDA) y Estados Unidos (FDA) y, como Observadores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea. La República de Corea, junto con Argentina, son los únicos miembros afiliados actualmente.
Este reconocimiento permite a la ANMAT hacer posible una supervisión regulatoria conjunta entre los miembros del Programa, permitiendo elevar la auditoría de los dispositivos médicos a los más altos estándares internacionales, fortaleciendo la confianza entre las autoridades regulatorias.

Fuente: Prensa ANMAT

Necesidades tecnológicas en salud


Sociedad - Laboratorios del ANMAT, donde se analizan alimentos y medicamentos. Foto: Fernando de la Orden.
En momentos con la mayor abundancia de datos de la historia, el desafío para el cuidado de la salud radica en identificar si podemos confiar en ellos. Porque a diferencia de las religiones, donde alcanza con la fe, la ciencia requiere de un proceso formal para dar por ciertas sus afirmaciones. Ante la evolución de la ciencia, son varias las verdades que dejaron de serlo por la aparición de nuevos estudios que demostraron lo opuesto, como la recomendación de no realizar el rastreo de cáncer de próstata con PSA.
Otras tantas han dejado de ser verdades sin que nada nuevo demostrara lo contrario, como la reciente prohibición de ANMAT para la comercialización de productos con la combinación de glucosamina y meloxicam, de uso difundido para la artrosis.
Más preocupante aún resultan situaciones como la publicada por la BBC de Londres, donde se comprobó que se ocultaron datos relevantes en un estudio científico para favorecer la recomendación de colocar stents aun cuando aumentaban hasta un 80% el riesgo de sufrir un infarto.
Tan alarmante como identificar, como fue publicado en clinicalevidene.com, que el 50% de las prescripciones médicas tienen efectividad desconocida; es decir, no se sabe siquiera si las tecnologías sirven o son perjudiciales para los pacientes.
Sumado a ello, los médicos no siempre aplicamos adecuadamente las recomendaciones, la enorme cantidad de solicitudes de PSA o la prescripción de vitamina D son ejemplos concretos de la distancia entre la evidencia científica y los usos y costumbres profesionales. Un estudio de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), publicado recientemente en The New York Times, concluyó que gran parte de los bypass coronarios y colocaciones de stents habían sido injustificados, en un claro ejemplo de sobreprestación inadecuada.
¿Significa ello que las nuevas tecnologías no sirven para nada? En absoluto, de hecho son varias las tecnologías que han supuesto y suponen mejoras considerables en términos de resultados en salud.
Pero asumir que una tecnología es mejor por el mero hecho de ser nueva es, a priori, tan erróneo como impedir el acceso de otras tantas solo por su costo. Se requieren entonces herramientas que permitan identificar la verdadera innovación, los resultados relevantes, el aporte de las nuevas tecnologías respecto a las disponibles y determinar si vale la pena pagar el costo incremental en relación el beneficio que generan.
Aunque probablemente el mayor desafío radique en poner el caballo delante del carro. Deberíamos empezar por identificar las necesidades insatisfechas en términos de salud y recién allí identificar las tecnologías que pudieran ofrecerse como posibles soluciones. Y no al revés, donde las nuevas tecnologías parecen salir en la búsqueda de enfermedades en las que puedan utilizarse, sean o no situaciones prioritarias para la población.
El proceso actual para decidir si un medicamento, dispositivo o procedimiento puede comercializarse en Argentina debiera ser motivo de preocupación para todos. No solo porque hay una sola barrera para acceder al mercado, en cabeza de ANMAT, sino porque esa barrera se levanta casi automáticamente en función del país donde ya fue autorizada. Y porque una vez autorizada, seguramente alguien pagará por ella y a precios que no siempre guardan relación con el beneficio que aportan.
El futuro cercano nos ofrece la proliferación de métodos diagnósticos “de precisión” y tratamientos cada vez más personalizados. ¿Serán acaso tecnologías disruptivas en el manejo de los problemas de salud o acaso más de los mismo?
Estaremos más cerca de la verdad si la respuesta llega de la mano de procesos sistematizados, como la evaluación de tecnologías sanitarias, que intenta estimar el aporte comparativo de las tecnologías sanitarias a fin de reducir la incertidumbre al tomar decisiones de cobertura.
Argentina debate desde mediados de 2016 la creación de una Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y pese al aparente consenso entre los actores afectados por ella, entre los que están los financiadores, la industria farmacéutica y hasta los pacientes, no hemos logrado que se convirtiera en Ley.
Ha llegado la hora de dudar de todo, de “contarle las costillas” a las nuevas tecnologías y de aceptar que todo para todos no es posible pero tampoco necesario. Es mandatorio identificar el valor que aportan las tecnologías para resolver los problemas de salud de la población.
Para evitar, como se ha dado en el caso de los medicamentos oncológicos, que generen más beneficios para algunos oncólogos que para los propios pacientes con cáncer. Lo necesitan las tecnologías verdaderamente innovadoras. Lo merecemos todos.
Por Esteban Lifschitz: Director de la Carrera de médico especialista en evaluación de tecnologías sanitarias. Facultad de Medicina de la UBA
Fuente: Clarín

lunes, enero 27, 2020

Coronavirus: un mapa muestra en tiempo real los casos detectados en todo el mundo




Frente a la epidemia de coronavirus, China puso en cuarentena a cerca de 20 millones de personas en varias ciudades para intentar contener el contagio en vísperas del Año Nuevo Chino (que se celebra el 25 de enero) de este virus, ya que tiene 881 casos de contagio confirmados y 26 muertes, tal como muestra este mapa creado por investigadores de la universidad John Hopkins, en Estados Unidos, y que es actualizado en forma permanente.
Un médico habla con un paciente contagiado con coronavirus en Vietnam, uno de los dos casos identificados en ese país Fuente: Reuters
Qué es el coronavirus
Esta cepa de coronavirus, una familia de virus que tiene como otros integrantes al síndrome respiratorio agudo grave (SARS según sus siglas en inglés, que tuvo su epidemia entre 2002 y 2003 con más de 700 muertes) y al síndrome respiratorio de Oriente Medio (con un pico de contagios en 2012 y cerca de 500 muertes) parece tener su origen en murciélagos o serpientes (donde vive en su tracto gastrointestinal).
Pasa de persona a persona con un contacto muy cercano; típicamente, por la saliva o gotas de moco que alguien expulsa cuando tose o estornuda. De hecho, suele confundirse con una neumonía, y la prevención primaria es similar: aislar a las personas infectadas y evitar el contacto cercano con otras.
Viajeros en Sri Lanka llevan barbijos para evitar el contagio con el coronavirus, que ya suma 26 muertos en todo el mundo.
De allí la decisión del gobierno chino (donde están la enorme mayoría de las personas infectadas) de poner ciudades enteras en cuarentena ( en particular, Wuhan, que tiene 11 millones de habitantes) y evitar que la población que podría estar contagiada circule por el país y extienda la epidemia.
(Fuente: Reuters)
Leído en La Nación

¿Existe la ley de Murphy?


La ley de Murphy, que no es una ley científica formal, puede resumirse en la frase "Si hay algo que puede ir mal, tarde o temprano irá mal". Esta ley toma su nombre de un ingeniero aeroespacial, Edward Murphy, que trabajó bastante en cuestiones de seguridad. Los accidentes y las averías, con las consecuencias negativas que pueden tener, estaban por tanto muy presentes en su mente. Pero el origen de la formulación de la ley que lleva su nombre no es un estudio científico sino un enfado.
Parece ser que durante su trabajo técnico en la Fuerza Aérea estadounidense, un día de finales de la década de 1940 se sintió muy frustrado y enojado a raíz de un error humano bastante grande en la preparación técnica de unas mediciones. Al parecer, hizo un comentario despectivo e ingenioso contra el responsable del error. Dijo, más o menos, que si se le daba la oportunidad de cometer un error, lo cometería.
No está claro si esta frase comenzó a adoptar su forma de ley científica no oficial sobre probabilidades de fallos, por obra del propio Murphy, quizá cada vez más irritado ante los errores de miembros de su equipo, o bien por obra de estos, seguramente molestos por su mal genio y su afán de culpabilizarles. En cualquier caso, la consecuencia positiva de este modo un tanto pesimista de calcular los riesgos fue adoptar la filosofía de tener en cuenta todas las situaciones de desastre, incluso las que parezcan casi imposibles, para poder prevenirlas y lograr de este modo la mejor seguridad en cualquier proyecto.
Y así, en la década de 1950, comenzaron a aparecer comentarios coloquiales en revistas técnicas y otros medios, sobre casos concretos de aplicación de esa ley de Murphy, como por ejemplo "Si una pieza se puede instalar de manera incorrecta en un avión, alguien acabará haciéndolo". Con el paso del tiempo, el uso de afirmaciones parecidas se ha ido extendiendo a muchos otros campos, incluyendo algunos que ni siquiera son técnicos.

Pero ¿funciona o no la ley de Murphy?

Podemos contestar que sí o que no dependiendo de a qué se la pretenda aplicar. Parece claro que tarde o temprano alguien cometerá un error, y también que una máquina que se usa acabará averiándose, por dar dos ejemplos. En definitiva, si algo puede salir mal, saldrá mal en alguna ocasión, siempre y cuando dejemos transcurrir el número suficiente de ocasiones. Es una cuestión de estadística. Sin embargo, hay otros fenómenos en los que se tiende a implicar a la ley de Murphy pero que en realidad dependen de otros factores, con especial participación de la psicología humana.
A menudo, en cuestiones como por ejemplo la de protegernos de la lluvia con un paraguas, tendemos a recordar más lo negativo que lo positivo, y eso puede distorsionar nuestra percepción del riesgo. Un ejemplo de ello es la sensación, muy común, de que si llevamos con nosotros un paraguas cuando está nublado, no lloverá, pero que si olvidamos cogerlo entonces habrá muchas probabilidades de que llueva y quedemos empapados, y se implica a menudo a la ley de Murphy en este curioso mecanismo meteorológico de precipitaciones regido por la ausencia de paraguas. Aunque esa creencia no tiene ninguna base científica, los factores psicológicos pueden transmitirnos la sensación de que sí hay más riesgo de que llueva cuando no llevamos paraguas. El recuerdo vívido de quedar empapados bajo la lluvia eclipsa al de las veces que, estando nublado, hemos olvidado coger el paraguas, y no nos ha llovido.
La tostada que se cae accidentalmente al suelo es otro caso famoso de desastre doméstico en el que se tiende a implicar a la ley de Murphy, como reveladora de una presunta tendencia del universo a fastidiarnos siempre que puede. Se suele decir que es más probable que la tostada aterrice con la cara untada de mantequilla abajo y la desprovista de ella arriba, y una explicación según esa peculiar interpretación de la ley de Murphy es que de ese modo se mancha el suelo, consiguiéndose el objetivo de complicarnos un poco más el día, mientras que si la tostada cayera del revés esto no se lograría.
Por supuesto, esa explicación solo la podemos aceptar en nuestra imaginación. Entonces ¿eso significa que la tostada tiene las mismas probabilidades de caer con el lado de la mantequilla orientado hacia el suelo que vuelto hacia arriba? En principio, así debería ser, pero no está tan claro. Según una investigación realizada por el físico Robert Matthews y que se publicó en la revista académica European Journal of Physics, parece que, después de todo, sí es más probable que el lado de la tostada que entre en contacto con el suelo sea el untado con mantequilla, mermelada o lo que sea. Según esta investigación, las circunstancias típicas en las que se nos cae al suelo una tostada, incluyendo la posición con el lado untado hacia arriba en la que solemos sostenerla al comerla, el movimiento giratorio que inicia al ser soltada accidentalmente, y el rango de distancias más común entre la mano y el suelo cuando estamos sentados ante una mesa, tienden a provocar que la tostada gire lo bastante para que la cara untada quede abajo, pero no lo suficiente como para quedar de nuevo con esa cara hacia arriba. Un caso claro de que la simple física parece favorecer a la ley de Murphy...
(Fuente: NCYT Amazings)

viernes, enero 24, 2020

Errar es aún humano


¿Podemos hablar en Bioética de derecho a la seguridad del paciente? Es un derecho que podemos agregar ya que tiene que ver con el derecho a la vida y a una vida buena, sin dolor ni sufrimiento suplementario al que pueda provocar una enfermedad y su tratamiento. El no cuidado de la seguridad de parte de los equipos de salud es la mayor falta de respeto al paciente que podamos imaginar y termina siendo en muchos casos una amenaza a su vida.
Mal uso de las grapadoras quirúrgicas
Las consecuencias de un fallo en una sutura con grapadora o un mal uso de esta pueden ser fatales. Hemorragias intraoperatorias, daños tisulares, sangrado posoperatorio y anastosmosis fallidas pueden ser alguna de ellas y, aunque la ratio de eventos adversos detectados en relación a la frecuencia con que se usa este tipo de sutura es baja, un análisis de la FDA ha sumado más de 100.000 incidentes en Estados Unidos desde 2011, incluyendo 412 muertes y 11.181 daños graves.
Descuidos de seguridad en ultrasonidos ‘point of care’
El uso de sistemas de ultrasonidos portátiles point of care facilita y agiliza el diagnóstico, pero al mismo tiempo, según denuncia ECRI, este uso puede llegar a hacerse por profesionales poco formados o experimentados, y una excesiva dependencia de estos sistemas puede derivar en que al paciente no se le realicen otras pruebas de imagen que podrían ser necesarias.
Riesgos de infección por errores en el proceso de esterilización en consultas médicas y odontológicas
ECRI ha observado numerosos descuidos y acciones inadecuadas en los procesos de esterilización de material en recursos ambulatorios médicos y odontológicos. Mientras que estos descuidos no sean bien estudiados, se desconoce su prevalencia y, por tanto, el potencial riesgo de infección a que están expuestos los pacientes.
¿Puede la diálisis peritoneal domiciliaria incrementar el riesgo?
La administración de diálisis domiciliaria a través de catéter en venas centrales, como la yugular, puede, a juicio de ECRI, superar en riesgo a los beneficios que supone, dado que los pacientes o cuidadores pueden no estar preparados para mantener un adecuado cuidado del catéter para evitar infecciones.
Procedimientos quirúrgicos robóticos no probados
El crecimiento del uso de sistemas robóticos en cirugía es exponencial, pero no siempre sus beneficios (precisión, reducción del temblor) superan a sus riesgos (falta de tacto), por lo que los expertos de ECRI recomiendan exhaustivas evaluaciones antes de ampliar las indicaciones de estos sistemas.
Sobrecarga de alertas, alarmas y notificaciones
Un clásico en este top: el exceso de alarmas generadas por los sistemas de monitorización puede provocar que los profesionales dejen de oirlas, lo que puede derivar en daños para los pacientes.
Riesgos de ciberseguridad en dispositivos domiciliarios
Los dispositivos de monitorización domiciliaria deben ser tratados, en lo que a ciberseguridad se refiere, como si fueran de uso hospitalario, dado que están expuestos a riesgos como la interrupción del flujo de datos, la alteración de su funcionamiento y la exposición de datos sanitarios.
Datos perdidos sobre implantes pueden retrasar o hacer peligrosa una RM
Algunos implantes expuestos al campo magnético de una resonancia pueden calentarse, moverse o funcionar incorrectamente, por lo que su presencia debe conocerse y tenerse en cuenta antes de realizar tal prueba de imagen a un paciente. Es decir, es imprescindible incluir su colocación en los sistemas de historia clínica electrónica (HCE) y que estos sean accesibles.
Errores de medicación por discrepancias en tiempo o dosis en HCE
Un ejemplo: un paciente hospitalizado debe recibir una medicación diariamente a las 8 de la mañana. El primer día, el médico introduce la prescripción en la HCE a las 8:30, por lo que la de ese día ya no aparece en los informes de dispensación. Por ello, a juicio de ECRI, los sistemas de HCE deben incluir, en su módulo de prescripciones, la posibilidad de modificar las horas según los días.
Tornillos o tuercas sueltas en dispositivos pueden suponer fallos catastróficos y daños graves
Las tuercas, pernos y tornillos que se encuentran en los equipamientos médicos pueden aflojarse con el uso; no repararlos o reemplazarlos a tiempo puede derivar en graves consecuencias.
Fuente:  Diariomédico.com,

Leído en el foro de Marisa Aizenberg


miércoles, enero 22, 2020

Medicina exponencial: “En tecnología, el tsunami ya llegó”


Cuando la tecnología avanza a velocidad exponencial es capaz de transformar un sector en poco tiempo. Eso es lo que ya está ocurriendo en salud. Pero, según el Dr. Diego Pereyra, hace falta organizar y gestionar para que el paciente realmente sea el beneficiario de estos adelantos.

Según Peter Diamandis, fundador de Singularity University, hay un ejemplo que explica muy bien la diferencia entre el pensamiento lineal y el exponencial: “imagínate que caminamos 30 pasos lineales y los contáramos en forma secuencial, uno, dos, tres, cuatro, cinco…después de 30 pasos el resultado como máximo sería 30 metros. Pero si planteáramos el desafío de caminar 30 pasos exponenciales, uno, dos, cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos ¿dónde terminaríamos? El resultado es a más de mil millones de metros de distancia, 26 veces la vuelta a la Tierra”.
En salud existen varias tecnologías que avanzan a velocidad exponencial. Entre ellas, las Tic´s, la Nanotecnología, la Biotecnología y la Neurotecnología.
En entrevista con E-Health Reporter Latin America, el doctor Diego Pereyra , Médico tecnólogo emprendedor, Project manager de la incubadora CADIME, Coordinador académico del Programa Health Tech de la Universidad de San Andrés y Team leader Chapter BA de Singularity University, explica el alcance y los desafíos de estos avances en salud y cómo es ser parte de esta universidad fundada por Google y la Nasa, dedicada a la investigación y la innovación y cuya misión es reunir, educar e inspirar a los líderes mundiales para que aprovechen el potencial de las tecnologías exponenciales a favor de la humanidad.


. ¿Qué es la Medicina exponencial?
Como bien uno ve en el gráfico matemático de la exponencialidad, un avance exponencial empieza por una etapa por encima de cero y asciende en una curva que siempre sube y sube, imposible de frenar. Así es lo que estamos experimentando en la actualidad en tecnología.
En este minuto en el que estamos hablando se subieron 1.100 horas de videos en youtube, se enviaron 1.000.000 de tweets, se publicaron 5.000.000 de posteos en Facebook, se enviaron 10.000.000 de mensajes por whatsapp y 100.000.000 de mails. Esto pasa en un minuto en todo el mundo, lo que demuestra el grado exponencial de información que estamos teniendo. Esto da un concepto, el Big Data en salud, que es toda la información que estamos teniendo. Según IBM, el 90 por ciento de la información existente en el mundo fue creada en los últimos dos años.

. ¿Cuáles son los riesgos de esta exponencialidad en salud?
Debido a todos los avances tecnológicos que existen hoy en día, como los celulares, dispositivos médicos, marcapasos, tomógrafos, resonadores, edición genética y demás, existe una sobrecarga de tecnología. Por ejemplo, en Estados Unidos el promedio de aplicaciones que cada persona tiene en su celular es de 80 y existen aproximadamente unas 400.000 aplicaciones para el celular que tienen que ver con salud. El tema es que cada uno hace lo suyo, tira agua para su molino en las aplicaciones, pero no hay una entidad que regule. Entonces, ¿qué hacemos con tanta exponencialidad, información, aplicación y tecnología? No hay nadie que las pueda regular, organizar y gestionar para que todo sea realmente en beneficio del paciente.
Hay aplicaciones que son muy buenas y otras que son muy malas. Cualquiera puede diseñar algo y subirlo, pagando por Internet. Esa es la exponencialidad en medicina: hay muchísimas cosas en aplicaciones, tecnología vestible, un montón de historias clínicas, múltiples empresas que hacen edición genética… pero no hay nadie que gestione todo esto y lo organice.

. ¿Y cómo solucionarlo?
La organización debe estar en los entes gubernamentales, donde haya ministerios o departamentos que se dediquen a la informática médica, para tratar estos temas de tecnología. Si bien hoy, en muchos países la salud no es tema principal de agenda gubernamental, me parece que el tsunami de tecnología ya llegó y ahora hay que ver si tenemos las plataformas adecuadas para surfear esta ola y ver cómo la gestionamos. Yo estoy hablando de Latinoamérica, en donde no se ha realizado mucho. En países como Estados Unidos y Europa ya esta todo superorganizado y bien gestionado: qué sirve, qué no sirve, hay estándares, guías y reglamentos para utilizar toda esta tecnología.
En Latinoamérica todavía no hay nada, y me parece que lo que falta es gestión en salud a nivel de los gobiernos.

. ¿Hay resistencia al cambio en los médicos?
Sí, hay resistencia al cambio. Cuando decimos que vamos a implementar, por ejemplo, las historias clínicas informatizadas, ya te miran mal. Muchos hospitales siguen haciendo recetas escritas en forma manuscrita. ¡Esto me parece prehistórico! Los médicos dicen, “si funciona, ¿por qué cambiarlo?” tal vez no les gusta salir de su zona de confort.
Yo creo que esta es una transición en salud. Porque el día de mañana, cuando un millennial o centennial llegue a ser secretario de salud, director médico o presidente de la nación, esto ya no va a existir más.

. ¿Vamos a tener nuestra historia clínica en Google?
Sí, Google será una solapa en el gmail y registraremos allí nuestra historia clínica médica. En la actualidad, por ejemplo, si estoy internado en el sanatorio Los Arcos, cuando me dan el alta, me imprimen o me dan un CD con mi historia clínica. Luego, voy al Otamendi, y ahí descubrimos que las historias clínicas son incompatibles. De a poco, se está haciendo todo esto interoperable, para que sea compatible.
Por eso, Google lo que propone es armar en la cuenta de gmail una solapa con la historia clínica, de la misma manera que tenemos inbox, calendario o notas. Entonces, yo voy a darle mi email al médico o a autorizar a la institución para ingresar y tomar acceso de esta solapa, donde está mi historia clínica. Se puede ver en Google Health, tools to help healthcare providers deliver better care

. ¿Otros ejemplos de avances exponenciales en salud?
La tecnología vestible. Se trata del conjunto de dispositivos electrónicos que se integran en alguna parte del cuerpo. Por ejemplo, si hablamos de tecnología textil, sabemos que están los relojes inteligentes, los tops de los jugadores de fútbol en los entrenamientos, que tienen GPS y miden frecuencia cardíaca, saturación de pulso, temperatura y velocidad de la carrera…
Los médicos en un futuro vamos a recetar esta tecnología.
Apple ya está implementando la detección de fibrilación articular a través del celular. Google ya patentó una lente de contacto que mide indirectamente el índice de glucemia. Si estás hiperglucémico, por la lente, ves el mundo de color verde. Si estás hipoglucémico lo ves de color rojo. Esto se hace a través de la lente de contacto que se sintoniza con el celular.

. ¿Cuáles son las ventajas del Chip RFID subcutáneo?
El Chip RFDI subcutáneo, tiene la información de la misma manera que en un pendrive. La persona puede tener incorporada en el chip su historia clínica. Por ejemplo, si un paciente entrara a la guardia en coma, con pérdida de la conciencia, no tendríamos información ni datos clínicos. Pero si tuviera el chip incorporado con la historia clínica, podríamos escanearle la mano, tener acceso a ella y atenderlo con todos sus datos de salud.
En Argentina el chip RFDI ya lo implementa el Club Atlético Tigre. Los socios vitalicios pueden acceder al estadio solo apoyando la mano en el molinete. Muchos perros y gatos los tienen para su geolocalización.

. ¿De qué se trata el Hospital Líquido, que atiende sólo pacientes reales de forma virtual a través de la telemedicina?
Creo que estamos dejando atrás la figura del médico con la valijita y el esteoscopio, y se están creando nuevos puestos laborales. Los médicos que están en un hospital líquido (así se llama a estos hospitales, el primero está en Barcelona y se llama Sant Joan de Déu) se ponen el guardapolvo, el estetoscopio y se sientan frente a la computadora. No atienden pacientes reales, físicos, pero sí pacientes reales de forma virtual a través de la telemedicina.
El médico se conecta con clínicas de todo el mundo y atiende teleconsultas. El hospital tiene un piso completo dedicado a la atención virtual de los pacientes.
Estamos yendo a una especialidad en salud, enfermería, kinesiología y medicina con este tipo de médicos. Se está abriendo una nueva puerta.

. ¿Qué aportes a la salud ofrecerá la realidad aumentada?
En terapia intensiva voy a poder mirar la tomografía del paciente sin tener que ir a sentarme a la computadora, porque la veré sobre el mismo paciente.
También estamos probando esta realidad virtual en pacientes con delirio en terapia intensiva, mediante el uso de un casco. Se compararon drogas antidelirio vs. realidad virtual. En la investigación se le preguntó a una paciente dónde le gustaría estar, respondió que en África caminando entre elefantes. Se buscaron imágenes de este lugar y se las mostró mediante realidad aumentada, tres veces por día. La mujer redujo sus niveles de delirio sin recibir medicación. Seguimos haciendo estas pruebas para ver si la realidad virtual puede ayudar a estos pacientes.

. ¿Cuál es el panorama de la medicina exponencial en Latinoamérica?
Me parece que donde tenemos que poner el foco hoy en Latinoamérica es en solucionar problemas con la tecnología antes que poner la aplicación en el celular de un paciente: por un lado, es necesario disminuir los costos y por el otro resolver los problemas de enfermedades crónicas que ya están erradicadas en muchos otros países.
En la región tenemos que usar la tecnología para abaratar costos y democratizar la medicina.
Por ejemplo, en la Argentina el mayor porcentaje de pacientes que consultan, son afiliados de PAMI (la obra social de los jubilados y pensionados), pero hoy, las aplicaciones y la telemedicina llegan solo a las prepagas y PAMI no tiene ni presupuesto ni gestión para nada de esto. Entonces me parece que faltan un montón de cosas por resolver: tiene que haber un ministerio, una secretaría, que ponga estos temas en agenda sobre todo para los próximos años.

. ¿Cuáles son las posibles consecuencias de la falta de regulación?
Hace poco escuché en una charla a un abogado de médicos municipales que comentó tres casos de juicios perdidos por consultas por whatsapp. Hay un vacío legal en este tema. Lo que pasó fue lo siguiente: una paciente embarazada llamó a su obstetra, porque tenía contracciones. El médico le dijo que se tomara un antiespasmódico y cualquier cosa, lo volviera a llamar. Cuando lo llamó nuevamente, el médico vio el mensaje pero no la pudo atender porque estaba en una urgencia. Se comprobó que el mensaje fue leído, pero que el médico no lo respondió.
La mujer comenzó con mucho más dolor, consultó a la guardia y lamentablemente el bebé estaba muerto en la panza. Le hicieron la cesárea de urgencia, se repuso y decidió iniciar acciones legales contra el médico porque consideró que él hizo abandono de paciente.
El médico perdió el juicio civil. El seguro cubrió todo, la remuneración que tuvo que pagar fue económica, pero es el primer antecedente que tenemos en el país de un juicio perdido por consulta por whatsapp. Entonces, no hay nada legal escrito, es todo improvisado y hubo un juez que decidió. A partir de ahora nadie va a dar su whatsapp y justamente lo que queremos es llegar a nuestros pacientes a través de estos sistemas de mensajería. En la medida en que va avanzando la tecnología, por detrás la va siguiendo la parte legal. Entonces, me parece que faltan organizaciones a nivel gubernamental que regulen esto desde el punto de vista ético, legal, religioso y humanístico.
Creo que son los problemas tecnológicos del futuro en medicina, desde el punto de vista del derecho y de la medicina.

. ¿Qué significa ser parte de Singularity University?
Soy Team Leader del Chapter Buenos Aires de Singularity University. Somos un grupo de cinco personas, multidisciplinario, integrado por ingenieros, expertos en seguridad informática, en ciencias de la comunicación, etc. que conformamos el team aquí en Argentina representando las actividades que hace Singularity University en todo el mundo.
Estamos llevando a cabo una serie de eventos gratuitos y charlas, en el formato Unconference, o sea, la anticonferencia, en las que alguien se postula a hablar, y surgen temas impresionantes, de debate y discusión, sobre educación, tecnologías, inteligencia artificial, el manejo de datos… Por ejemplo, ¿quién va a recolectar todos los datos que estamos teniendo?, ¿cómo los vamos a analizar para el buen uso?, ¿en manos de quién van a caer estos datos?, ¿serán anónimos, o no?
Todos son temas que hay que analizar, siempre teniendo como prioridad el paciente. Como dije antes, cada uno tira agua para su molino: las empresas, las starts up, los médicos, las instituciones gubernamentales, los abogados, pero en el medio de todo está el paciente. Todos estos temas de discusión tienen que tener como centro principal el paciente.
Por Silvia Pardo


martes, enero 21, 2020

Tareas pendientes en salud pública


Los datos técnicos nunca modifican las decisiones políticas cargadas de fanatismo ideológico. Priorizar en salud pública implica un proceso de análisis de información que incluye: magnitud del problema, vulnerabilidad, trascendencia social, costo/beneficio de las acciones y aceptación social, entre otros. En este sentido quisiera señalar aquellos problemas que considero que debieron haberse abordado e informado a la población el primer día de gestión ministerial.
Durante los últimos 20 años la tasa de mortalidad infantil (TMI) de la Argentina fue significativamente mayor que la de Chile y Uruguay; en 2017 la TMI de la Argentina fue un 30% mayor que la de nuestros vecinos. Si tuviéramos un sistema de salud con igual desempeño que el de estos dos países, el número de muertes infantiles que se evitarían sería de 2000 por año. ¿Alguien habla de este tema? ¿Cuál es el plan? El propio ministerio registra que el 55% de las muertes infantiles son reducibles (¿evitables?).
Con relación a la mortalidad materna, más del 80% de las defunciones no están relacionadas con aborto criminal, el 60% de las mujeres que se asisten en los hospitales públicos no realizaron ningún control obstétrico cumplido el cuarto mes de embarazo. Son 174 mujeres embarazadas que mueren por año por hipertensión, hemorragias, enfermedades respiratorias, infecciones, etc. ¿Quién se ocupa de estas muertes evitables? Un 30% de las maternidades no cumplen las condiciones obstétricas y neonatales mínimas con inadecuada atención del parto, falta de anestesistas o sangre segura. Los sanitaristas lo saben y callan, y las feministas no disponen de esta información. El nuevo protocolo no resuelve estos temas, más bien los oculta.
Respecto de las enfermedades transmisibles, el Ministerio de Salud registró 10.000 casos nuevos de tuberculosis durante el último año, se triplicaron los casos de sífilis y de sífilis congénita, que es otro fracaso de la salud pública.
En lo estructural, son necesarias reformas profundas. El sistema de salud continúa fragmentado y segmentado. Podemos clasificar a la población en quintiles según su nivel de ingreso, agruparlas según el nivel educativo alcanzado, y también según la cobertura médica que tengan: pública, de la seguridad social con obras sociales "ricas" y otras de modestos recursos, e incluso dentro del sector privado los planes también segmentan. Nuestro sistema de salud tiene un fin perverso: garantizar inequidades... Los sanitaristas lo saben, pero, salvo algunas excepciones, nadie modificó la esencia del problema. Ningún país en el mundo tiene 300 obras sociales, con el PAMI siempre desfinanciado, que concentra a los que más enfermedades tienen y disponen de menos recursos, y un sistema público nacional, provincial y municipal que afecta la eficiencia. Los recursos que recibe el sistema de salud deberían producir mejores indicadores en esta área. Las leyes de emergencia sanitaria promulgadas en los últimos años solo contribuyeron a fertilizar esta fiesta, que sufren muchos y de la que se benefician pocos. Todos coinciden con este diagnóstico, pero ninguno emprende la verdadera reforma.
En este contexto es lógico esperar actores que se beneficien y vidas que se pierdan.
Rector de la Universidad Católica Argentina
Fuente: La Nación