En el marco del Primer Simposio
Universitario de Telemedicina, se discutió sobre la legalidad de esta nueva
forma de interacción, límites y posibilidades
La medicina moderna está
atravesando cambios radicales gracias a la aparición de nuevas herramientas
digitales. Al igual que otros rubros, el sector salud está implementando de
forma progresiva soluciones que transforman tanto la labor profesional como la
atención de las personas.
En este marco, Argentina realizó
el Primer Simposio Universitario de Telemedicina, en el que un equipo de
expertos decidió y discutió sobre la legalidad de esta nueva forma de
interacción de los profesionales con sus pacientes, sus límites y
posibilidades.
Según los especialistas, esta
nueva forma de desarrollar la profesión no sólo consiste en atender y
diagnosticar a distancia, sino que busca consolidar una herramienta que
desempeñe un papel significativo en otros ámbitos de la medicina, como la
difusión de datos entre colegas.
"Existe la medicina
shopping, en la que el paciente va rotando de especialista en especialista sin
tener un médico de cabecera que interprete todos los diagnósticos juntos",
explica a iProUP
el pediatra Martín Gruenberg. En algunos casos, esta innovación podría permitir
a ese doctor de cabecera ser el centro del tratamiento e interactuar con
distintos especialistas.
Sin embargo, para poder hablar de un verdadero impacto en la salud argentina, primero debe convertirse en una herramienta de uso masivo y aceptada por más profesionales de todo el país.
"Las estadísticas indican
que hasta un 50% de las consultas pueden resolverse por un medio virtual. El
inconveniente radica en que existen diferentes especialidades donde el exámen
clínico es más o menos importante", señala Gruenberg.
De acuerdo con el galeno,
"por eso sería fundamental hacer un triage, una diferenciación
por especialidad y problemática, en la cual a menor necesidad de un exámen
clínico, mayor posibilidad de una consulta virtual y viceversa".
En contrapunto con esta mirada, y
poniendo el foco en el profesional más que en el tipo de atención, el médico
clínico Agustín Dal Verme advierte que "hacer un triage por especialidades
sería sobrecargar el sistema".
Asimismo, agrega que tiene que
existir dentro de las grandes especialidades –como ginecología, pediatría,
cirugía y clínica– un especialista que con su experiencia y conocimiento pueda
orientar de la mejor manera al paciente.
"Creo que lo más importante
es que esta persona esté muy formada para que pueda contrarrestar el hecho de
que no se está viendo al paciente", añade Dal Verme.
Los dilemas legales
Con la aparición de nuevas
soluciones, distintas compañías de medicina prepaga (OSDE y Swiss Medical, por
nombrar algunas) comenzaron a implementar sus propios sistemas de telemedicina
para cubrir más territorio, acelerar el tratamiento y diagnóstico de los
pacientes, y brindar cobertura 24/7. Tal es así que lo ofrecen como un plus
dentro de su portfolio de prestaciones.
Sin embargo, uno de los puntos
que preocupa a los especialistas es la legalidad y las regulaciones en torno a
estas soluciones. Y esto ya comenzó a generar debate entre profesionales
acostumbrados a este tipo de prácticas y otros que están completamente en
contra de su implementación.
El abogado Andrés Brandolini,
experto en el tema, asegura que la telemedicina "podría enmarcarse en lo
previsto en la Ley 17132/1967, referido al ejercicio de la medicina, entre
cuyas actividades se consideran las de anunciar, prescribir, indicar o aplicar
cualquier procedimiento directo o indirecto de uso en el diagnóstico,
pronóstico y/o tratamiento de las enfermedades de las personas o a la
recuperación, conservación y preservación de la salud de las mismas".
Por otro lado, la misma norma en
su artículo 20, inciso 7, establece, entre las prohibiciones de los
profesionales la aplicación de "procedimientos que no hayan sido aprobados
en los centros universitarios o científicos reconocidos del país".
Asimismo, el letrado asegura que
"los procedimientos son sometidos a consideración y discusión en
reconocidos centros científicos del país y del mundo, por lo que podría
considerarse que no rige tal prohibición".
"Sin perjuicio de todo ello,
al igual que con el resto de las prácticas médicas, se debe respetar todo el
cuerpo normativo vigente referido a derechos del paciente, consentimiento
informado, historia clínica, protección de datos personales, entre muchas otras
cuestiones del Derecho a la Salud", completa.
Por eso, los marcos regulatorios
establecen que la telemedicina es legal, siempre y cuando se limite a la
responsabilidad del profesional. En este sentido, es fundamental que los
médicos puedan autoregularse.
Problemas en el
paraíso
Más allá de las discusiones
legales, entre los médicos se manifiesta la falta de recursos tecnológicos y
capacitación en las universidades de medicina. El escenario se complejiza porque
hay una gran camada de médicos que no tienen experiencia con el uso de nuevas
plataformas.
Para que esta práctica, como
tantas otras, sea masiva, es necesaria la digitalización de los profesionales,
consultorios y centros médicos. En este punto, resulta importante que, como
primer paso, los profesionales tengan las historias clínicas electrónicas para
consultar los antecedentes de los pacientes desde cualquier momento y lugar.
En este sentido, la plataforma
argentina DrApp está trabajando desde hace tres años en digitalizar los
consultorios y centros médicos de todo el país. "Creemos que es decisivo
para revolucionar la atención médica e implementar telemedicina en toda la
región, que los médicos se digitalicen", afirma a iProUP Luciano
Allegro, gerente de Operaciones (COO) de DrApp.
"Desde la historia clínica
electrónica hasta la toma de los turnos online, es importante que la
información del paciente esté digitalizada para que sea accesible por los
profesionales desde cualquier lugar, en todo momento", añade.
Con 4.500 profesionales que
utilizan la plataforma todos los días y 1.200 centros médicos asociados, esta
app brinda una solución flexible que se adapta a consultorios pequeños y a los
grandes centros médicos. Además, posee acuerdos con players de
tamaño, como Swiss Medical Group.
En este sentido, la telemedicina
permite que un profesional de una provincia pueda atender a un paciente que se
encuentra en otra o, incluso, en otro país. Allí nacen nuevos dilemas,
especialmente al definir los límites territoriales que presenta la matrícula
del profesional.
Para Brandolini, la matriculación
es un tema muy relevante al momento de avanzar en una regulación más específica
sobre la temática: "Dado que el ejercicio profesional es fiscalizado por
cada jurisdicción a través de los organismos competentes a tal fin, el registro
y los alcances de la matrícula de sus profesionales sanitarios es jurisdiccional".
La situación se agrava si se
considera que el proyecto de nuevo Código Penal establece que se "impondrá
prisión de un mes a un año y uno a doce días-multa al que ejerciere actos
propios de una profesión para la que se requiera una habilitación especial, sin
poseer el título, matrícula obligatoria habilitante y activa, o la autorización
correspondiente".
"La implementación de una
matrícula específica para actos de telemedicina o de una matrícula, por así
llamarla, 'federal', podrían ser alternativas a evaluar", suma el
abogado.
Entre los especialistas ya se
debate que se debe tomar en cuenta el lugar donde se encuentra el paciente y
está recibiendo la atención, al tiempo que se resaltó la necesidad de una
matrícula especial para poder ejercer a distancia.
Guardias 24-7
"Es sabido que las guardias,
que deberían ser reservadas para consultas de urgencias, son usadas en muchos
casos para orientación de problemas o consultas de inconvenientes banales. En
ese caso sería muy importante concientizar a los pacientes", agrega
Gruenberg, quien explica que, además de la tecnología, debería educarse a los
pacientes para que puedan distinguir cuándo ir a una guardia y cuando no.
Ahondando en esta temática y
poniendo el foco en la poca disponibilidad, Dal Verme suma que hay un colapso
claro del sistema de salud donde conseguir un turno o tener un médico que te
atienda en tiempo y forma según las necesidades del paciente "es muy
difícil".
Como ejemplo, asegura que esto
implica una baja de calidad en las guardias. "Creo que la telemedicina es
una manera interesante de paliar esos problemas, si bien creo que también los
consultorios externos en general deberían estar mejor manejados de forma tal
que haya mayor disponibilidad médica. Es un problema grave",
explica.
Pero, aunque la tecnología avance
y Google, por ejemplo, crezca en consultas médicas, la experiencia y
conocimientos del profesional siguen siendo decisivos en la atención a
pacientes.
Ante esta situación, Gruenberg
manifiesta: "Cuando un médico está atendiendo a un paciente por un tema en
particular, hablando con él, viéndolo, tocándolo, ya puede ir descartando
algunas problemáticas y poniendo el foco en algunas otras. Este es el criterio
que genera tener un contacto físico con el paciente".
Disputa en curso
El debate entre profesionales,
abogados y expertos en tecnología orientada a la salud empuja la discusión
sobre el avance de la telemedicina. En regla general, los especialistas,
médicos y abogados acuerdan en que necesario empujar una regulación y trabajar
en conjunto para lograr un avance.
Por eso, es necesario que los
futuros médicos tengan contacto con la tecnología desde el momento en que se
encuentran en la carrera de medicina. Luego, debe fomentarse la digitalización
del trabajo del médico para que sea más simple y segura la implementación de la
telemedicina, así como también una herramienta de comunicación exclusiva para
la atención médica que proteja datos.
Finalmente, resulta fundamental
la conformación de un equipo de profesionales experimentados que puedan indicar
los límites del uso de la telemedicina. En qué casos puede utilizarse y en
cuáles no, teniendo en cuenta que cada especialidad médica es distinta, y
poniendo en primer plano la importancia del examen físico.
De esta forma, y con un largo
camino por delante, la telemedicina se posicionará como una herramienta
práctica y ágil para médicos y pacientes.
Por Juan Silvestrini